Un manejo integral de la alfalfa permite una mayor producción forrajera y de mejor calidad. Para ello, se propone el reforzamiento de la planta ante enfermedades y estrés, así como tres tipos de fertilización por etapas.
Mayor producción y calidad de forraje en alfalfa significa mayor producción de leche y mayor incremento de peso en los animales. Por eso, hay que aportar al cultivo la cantidad de nutrientes que este necesita para alcanzar el potencial de producción que su genética le permite.
Esto es especialmente importante si se ha optado por sembrar una variedad moderna de alta productividad, como las variedades Hortus, que, junto a un manejo adecuado, son recetas definitivas para un rendimiento máximo. Entre los nutrientes que la alfalfa necesita se encuentran el fósforo (para un desarrollo de raíces y anclaje en el terreno, así como buena absorción de agua y nutrientes) y el potasio, que es clave para una adecuada traslocación de nutrientes (desde la raíz hacia las hojas, y desde las hojas hacia la raíz). Estos nutrientes, además de incrementar la producción, ayudarán a prolongar la vida productiva del campo de alfalfa gracias a que contaremos con plantas vigorosas que se defiendan mejor de enfermedades, plagas y resistan el estrés causado por condiciones adversas del clima y el suelo.
Tres tipos de fertilización
La forma de fertilizar la alfalfa se puede clasificar en tres categorías: orgánica, al suelo, y foliar. En la orgánica aplicamos materia de origen vegetal, como el compost o humus de lombriz o estiércol de ganado (que debe estar bien descompuesto). Algunos productos ayudan en esta tarea como mejoradores de suelos o enmiendas en base a ácidos húmicos, como Manvert Terra, que funciona muy bien. Así se mejora la calidad de suelo, retiene más agua y atrae microorganismos favorables para la vida de las raíces.
En el caso de la fertilización al suelo, es la que realizamos al momento de instalar la alfalfa y se busca un rápido establecimiento del campo. Para esto se debe propiciar el desarrollo de un sistema radicular profundo con aporte de fósforo, además de permitir un buen anclaje del terreno, especialmente si se trata de un campo de pastoreo donde las plantas deben tolerar el daño mecánico ocasionado por el peso de los animales. Mientras que para campos en plena producción los nutrientes se aportan a través del abonamiento para sostener un buen nivel productivo, así como garantizar la fertilidad del suelo. Para este caso lo recomendable desde nuestra experiencia es aplicar seis bolsas de fosfato de amonio por hectárea al año, y seis bolsas de sulfato o cloruro de potasio por hectárea al año.
El tercer tipo de fertilización es la foliar, que se puede considerar complementaria, aunque no por ello menos importante para alcanzar altos rendimientos. Aquí se aportan micronutrientes (fósforo, potasio) o macronutrientes (calcio, magnesio, zinc) que no se encuentran en el suelo, de manera localizada en el momento que la planta lo necesite, y bioestimulantes que le permitan superar situaciones de estrés o estimular el desarrollo en distintas épocas del año. Los interesados pueden revisar para este fin productos como Plant Start (para un desarrollo inicial óptimo), Cab Tracker (aporte de calcio y boro) y PK (a base de fósforo y potasio). En cuanto a bioestimulantes, se recomienda el Phyllum Max R al instalar el terreno para un mejor desarrollo inicial de las raíces. Ya cuando la alfalfa está desarrollada se puede agregar Phyllum y Foliplus, que son activadores de la planta, con lo que superarán condiciones de estrés (factores climáticos, daños por plagas) que aguantan su crecimiento. Con estos refuerzos la planta rompe su letargo y sigue produciendo como en la mejor época del año.
Para una mayor fortaleza y resistencia ante enfermedades
Para alcanzar una alta productividad, es necesario proteger al alfalfar de las principales plagas y enfermedades que se presentan en nuestro país. Una manera de lograrlo es incrementar la resistencia de la planta con productos como PK Plus y Copet CU, que además tiene un efecto curativo para el ataque de hongos que afectan las raíces.
Con todo este manejo integral, el panorama de la alfalfa es de gran rentabilidad, siempre con un manejo acompañado de una asesoría técnica de calidad.
Dato
Te invitamos a ver nuestra capsula en video sobre Nutrición en el cultivo de Alfalfa: https://www.youtube.com/watch?v=W4uWi2nHVgY
. Los productos mencionados en este articulo son comercializados por Hortus. Para más información, visite su página web https://www.hortus.com.pe/ o comuníquese vía WhatsApp al https://wa.me/51945128459